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Verano en el pueblo. Un verano como los de antes.

verano con niños

¡Hola! Sé que hace mucho que no te cuento nada. Tengo una buena excusa o razón. El verano con tres niños pequeños de vacaciones es intenso y no me ha dado tiempo a escribir en el blog. Aun así, hoy te escribo feliz porque te voy a contar nuestro verano en el pueblo. Un verano como los de antes.

Mi pueblo es un pueblo como tantos (¿o no?) de Navarra.

600 habitantes durante el invierno. En verano se duplica. En fiestas, se triplica.¡Que en este pueblo nos gustan mucho las fiestas!

¿Cómo era un verano en el pueblo?

verano en el puebloCuando yo era pequeña, no teníamos vacaciones de 1 o 2 semanas.

Nosotros veraneábamos. Nos instalábamos en el pueblo desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre que empezaban las clases.

Si me estás leyendo probablemente es que tú también has tenido un verano de pueblo y sabrás de lo que te estoy hablando.

Los días eran eternos.

Por la mañana veías un poco dibujos y hacías algo de tareas. La visita a la biblioteca de mi pueblo era imprescindible casi todos los días.

Luego ibas a la piscina. Una piscina espectacular en la que todavía hoy no entiendo porqué a la mañana no va la gente. Casi vacía para ti.

Luego a comer y tras eso, la tediosa hora de la siesta en la que no se podía hacer casi nada divertido (o eso nos parecía) porque no se podía hacer ruido. A mí personalmente la hora de la siesta me encantaba porque se podía leer y jugar a juegos tranquilos de pequeños. Cuando fuimos creciendo, la hora de la siesta era el momento de tumbarme en la cama junto a mi hermana y contarnos los «cotilleos» del día. Con 15 años siempre había cosas interesantes que comentar.

Luego toda la tarde en la piscina con las amigas. Pasar por la puerta de casa a las 9 a por el bocata, rociarnos de antimosquitos y a pedalear con las bicis como si no hubiera un mañana hasta la hora que podíamos volver a casa.

En mi pueblo se veían y se ven las estrellas desde la puerta de las casas. No hace falta irte a otro sitio.

La gente sale a la fresca en la puerta de las casas cuando los mosquitos ya se han ido a dormir y los niños disfrutan de ratos maravillosos y excitantes jugando de noche en la calle.

En mi pueblo, todavía se echa el bando desde unos altavoces en la plaza y mi madre todas las mañanas en cuanto oye la música que lo anuncia, nos hace callar a todos. Abre las ventanas de par en par y ahí nos enteramos de las grandes novedades.

 

Mis hijos este año han vivido un verano como los de antes.

Un verano en el pueblo.

Ni que decir tiene que desde aquí agradezco a mis padres su acogida en casa y que hayan tenido mucha paciencia y muy buen humor para disfrutar de tres niños que no paran ni un momento.

Porque mis hijos no paran desde que se levantan hasta que caen rendidos. Y no te digo nada si se juntan ya con los primos. ¡Se vuelven literalmente locos!

Y es que veranear en el pueblo a mis hijos les ha parecido lo más:

  • verano con niñosLes ha encantado la libertad de ir con las bicis y poder dejarlas en la puerta de la piscina.
  • Han disfrutado la novedad de poder salir a la puerta de casa de noche y jugar en pijama.
  • Les encanta jugar con su tía en la plaza cantarranas en el mismo tobogán en que nosotras jugábamos de pequeñas.
  • Les alucina ver pasar cosechadoras y tractores todo el día y a cualquier hora.
  • Ya es el colmo si los amigos de sus abuelos les montan en su tractor y juegan a conducir.
  • Pero lo que más les ha gustado han sido las fiestas. Los gigantes y cabezudos en los que uno se puede meter cuando están descansado puesto que son los papás de sus amiguitos en el pueblo los que los llevan.
  • Y el gran final han sido, los bailes nocturnos y el sentirse mayores porque dejamos en casa al bebé y nos vamos a bailar a la plaza un rato.

Mis hijos no querían volver a la ciudad.

De hecho, han vuelto un poco «asilvestrados» y les he tenido que recordar varias veces que en la ciudad hay muchos coches y tenemos que respetar los semáforos.

Llega el momento de retomar las rutinas. Preparar la vuelta al cole, de la que te hablaré estas semanas pero mientras llegan los uniformes y libros, disfrutemos del buen sabor de boca de un verano como los de antes.

Mis hijos han disfrutado muchísimo del verano en el pueblo.

[bctt tweet=»Todos los niños deberíandisfrutar de vivir un verano en el pueblo. Un verano como los de antes.» username=»cestaland»]

Estoy segura de que ha sido una de esas experiencias que te marcan y que luego recuerdas con cariño y nostalgia cuando has crecido.

¿A ti también te pasa? ¿Tú también vivías veranos en el pueblo?

Yo soy Ana Monente Mozaz (Ana Cestaland), farmacéutica y madre de familia numerosa de tres hijos que me enseñan e inspiran cada día.

Desde 2005 tras el mostrador de mi farmacia en Paseo Anelier 18 en Pamplona ayudando a cuidar y mejorar la salud de nuestros pacientes.

En 2012 creé con mucha ilusión Cestaland (regalos para bebés y embarazads) y este blog Cestaland de maternidad y salud infantil. ¡Bienvenido!

Este blog busca ser una ventana al mundo para dialogar sobre maternidad, crianza, embarazo, parto, bebés. Intentando aportarte consejos útiles y muchos trucos acumulados estos años para ayudarte en el reto que es la gran aventura de la maternidad.

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