Con este post inauguro una nueva sección en el blog que va a tratar un tema maravilloso: los libros. En concreto hoy te hablaré de un libro muy divertido para pre-adolescentes de unos 7-10 años: los gemelos Tapper se declaran la guerra.
Me encanta leer.
No me gustan los e-books.
Me gustan los libros de papel en los que puedes escribir cosas o marcar las páginas.
Me encantan las buenas historias y los personajes grandes y completos.
No me gustan ni los libros de misterio ni los de historia.
Aún así, me encanta leer. Y aunque desde que soy mamá tengo mucho menos tiempo, siempre estoy leyendo algún libro. Fruto de mi amor por los libros y mi intento de contagiar a mis hijos del gusto por leer, todas las noches leemos un libro en casa. Bueno, dos. Cada uno de mis hijos elige un libro y tenemos que leer dos…
El libro del que os hablo hoy es:
Los gemelos Tapper se declaran la guerra
¿Por qué me ha gustado?
- Porque es la historia de dos hermanos gemelos de 12 años que entran en una guerra por una tontería de «¿Quién se ha comido el último pastelito?» y acaban llegando a una total guerra.
- Porque la historia la escribe Claudia pero su hermano Reese es libre de hacer todas las anotaciones que quiere y eso es respeto y libertad de expresión.
Porque ambos se dan cuenta de que el origen de las guerras en el mundo suele ser tan tonto como el de comerse el último pasteligo.- Porque ambos acaban concluyendo que quieren, respetan y admiran al otro. Sobre todo que se quieren mucho y no podrían vivir el uno sin el otro.
- Porque está escrito en un lenguaje ideal para los adolescentes actuales. Les habla en su idioma. Tiene fotos, dibujos diveritdos y alocadas anotaciones que dan mucho ritmo al relato. Además de conversaciones hasta de «Whatsapp» con su propia estética.
- Porque todos los adolescentes con hermanos se sentirán identificados con Claudia o Reese en algún momento del relato. Sus sentimientos, sus contradicciones y hasta sus ideas locas.
- Porque es muy divertido.
Porque ambos se dan cuenta de que el origen de las guerras en el mundo suele ser tan tonto como el de comerse el último pasteligo.Ser hermanos a esas edades es un poco así. Juegas mucho, te ríes mucho y también discutes mucho. Yo por lo menos con los míos hice mucho todas estas cosas. Quizá por eso ahora somos amigos…
