La autoestima es quererse a uno mismo.
Saber que tú puedes hacer cosas bien.
Saber que tú vales mucho.
Saber que eres digno de que te quieran mucho.
Ha de empezar por quererte mucho a ti mismo.
Será importante no confundirla con el egoísmo, que es quererte a ti mismo por encima de los demás y buscar tu bienestar frente al bienestar de los otros.
La autoestima te ayuda a darte valor. Al quererte a ti mismo, respetarte y valorarte. Por inercia, te ayuda a valorar a los demás, respetarles y quererles.
¿Qué es la autoestima?
Y es que, como dice Elsa Punset, deberíamos enseñar a nuestros hijos desde la infancia a tratar y gestionar sus emociones.
La autoestima se genera fundamentalmente en los primeros años del desarrollo de la persona y por eso es ahora cuando tenemos que hacer un esfuerzo extra para sentar las bases de una autoestima buena en nuestros hijos.
¿Cómo se forma la autoestima?
La autoestima es el sentimiento de «valía personal» que tiene nuestro hijo.
Se forma a partir de dos cosas importantes:
- Sentirse querido, aceptado y valorado por sus referentes. Nosotros. Sus padres.
- Sentirse válido y capaz cuando tiene que enfrentarse a problemas o retos.
Nota: la sobreprotección es, por tanto, enemiga de la autoestima.
¿Cómo mejoro la autoestima de mi hijo?
Todos los padres queremos que nuestros hijos sean capaces, libres y felices.
Y la autoestima juega un papel importante en la felicidad de nuestras criaturas.
Te doy unas cuantas ideas para mejorar la autoestima que he podido extraer del libro del que luego te hablaré:
- Comparte tiempo exclusivo con tu hijo. Con cada hijo. Ésto es difícil, lo sé. Soy madre de tres y me cuesta encontrar ratos para pasar con cada uno de mis hijos a solas pero el tiempo exclusivo sana el alma de tus hijos. Pruébalo. Verás que a tus hijos les encanta tenerte sólo para ellos.
- Deja espacio para que tu hijo dé lo mejor de si mismo. A mí me pasa que mi hija siempre quiere ayudarme a fregar la cocina. Una tarea de 3 minutos, con ella tarda 20. Es así, pero es importante que ella lo intente y yo valoro mucho sus resultados.
- Entrena el cerebro de tus hijos en positivo. Centrase en lo positivo es sano y cura los posibles «daños» recibidos durante el día. Para ésto, en mi casa siempre acabamos el día dando las gracias por una cosa buena que hemos recibido o vivido ese día. A veces son tonterías pero dormirte pensando en lo bueno del día, entrena al cerebro para lo bueno de la vida.
- Enséñale a no compararse con los demás. Compararse es negativo. Cuando hay varios niños en casa, las comparaciones surgen sin quererlo. Como padre debes enseñar a tus hijos a no compararse. Una frase que parece una tontería pero que quiere decir mucho más es: «No se mira al plato de los demás». Ni al plato, ni a la tarea, ni a los fallos o aciertos. No se compara.
- No es bueno sobre-proteger de lo negativo: las dificultades, tristezas, frustraciones, etc llegarán. Tu hijo necesitará ir aprendiendo poco a poco, si no le dejas enfrentarse a cosas pequeñas poco a poco, cuando lleguen las grandes, colapsará.
Un buen mecanismo para enseñar cosas a nuestros hijos ha sido desde la antigüedad los libros, cuentos e historias.
Los atrevidos en busca del tesoro de Elsa Punset y la autoestima.
Ya te hablé hace tiempo de una colección de libros que acaba de publicar Elsa Punset.
Los dos siguientes están ya listos para publicarse este trimestre pero de momento ya hemos disfrutado en casa con: los atrevidos dan el gran salto (que trabaja la emoción del miedo) y los atrevidos en busca del tesoro, que es del que os hablo hoy.
Los atrevidos son dos hermanos y su inseparable perrito que viven aventuras en las Olimpiadas de las emociones.
En este libro los atrevidos tienen que rescatar a unos exploradores perdidos en el Polo Norte y les dicen que llevan todo lo que necesitan para tener éxito en su misión en el interior de una caja que está cerrada..
Cuando llegan momentos de verdadero apuro los niños abren la caja pero «Oh, sorpresa!» ahí dentro sólo hay un espejo que les devuelve su propia imagen.
Durante el transcurso de la historia cada niño debe decir del otro las cosas que hace bien. Este ejercicio lo hice con mis hijos y fue maravilloso ver cómo saben, el uno del otro, sus virtudes y se las dicen abiertamente.
Cuantas más cosas ves que el otro hace bien… más cosas buenas eres capaz de ver en el otro y en consecuencia, también en ti mismo. Estamos entrenando la mirada positiva.
Bueno, en la historia los niños descubren que el mayor tesoro son ellos mismos, puesto que son capaces de hacer muchas cosas y colaborando y potenciando las habilidades del otro, consiguen superar todos los retos.
Como todos los libros de Elsa Punset, me ha encantado. Te lo recomiendo.
