Hace unos días vimos las primeras frases que no debes decir a tu hijo, continúo hoy con la serie con otras flores que nunca debería escuchar un niño si quieres que sea feliz.
La primera es, personalmente, la que más me duele y la que yo nunca nunca nunca nunca nunca quisiera decirles a mis hijos.
¿POR QUÉ NO TE PARECES MÁS A TU HERMANO?
O sus variantes: “mira qué bien lo ha hecho tu hermano/primo/amigo… y tú qué mal”, “Tu hermano/primo/amigo es más….”, “Tu hermano/primo/amigo es mejor…”
¿¿Por qué comparas??
Comparar es feísimo y devastador para los sentimientos de la persona comparada. Es doloroso y hasta un poco denigrante. Lo he visto hacer incluso con madres con hijos adultos y es muy muy feo.
Y tiene dos consecuencias horribles:
- Tu hijo se siente fatal, se siente que vale “menos” que otro o que quieres “más” a otro que a él.
- Tu hijo va a sentir rencor o resentimiento contra la persona con quien le comparas. ¿De verdad quieres que tu hijo sienta rencor por su hermano/primo/amigo?
No vas a conseguir jamás que tu hijo se supere por compararle con otros. No va a surgir un deseo sano de superar al otro y hacerlo mejor. Lo único que vas a conseguir es resentimiento y baja autoestima.
Nota: Abuelas del mundo, madres y padres del mundo: NO COMPARÉIS…
Lo peor, es que en nuestra sociedad está tan integrado que lo hacemos desde que los bebés nacen. ¿Quién no ha oído “el primo fulanito duerme 8 horas seguidas con un mes”, “el primo fulanito tiene ya 8 muelas”, “el primo fulanito ya anda”, “el primo fulanito ya come sólo” Y así hasta llegar a “el primo fulanito es físico cuántico”…
Probablemente, desde la cuna, tu hijo vaya pensando que el primo fulanito es idiota. Y lo más triste es que probablemente el primo fulanito no sea idiota, será hasta majo… pero tanta comparación y minusvaloración acaba por destrozar lo que podría haber sido la mejor de las amistades.
SIEMPRE LO HACES MAL.
El mensaje que oculta esta frase es decirle al niño que es un desastre y que además no tiene remedio. Además, conlleva un cierto toque de decepción que en el sensible corazón del niño, duele.
¿Qué le puedo decir para que el niño no se sienta juzgado y se anime a volverlo a intentar?
Podríamos empezar intentando un mensaje de futuro y positivo tipo: “Bueno, esta vez ha salido mal, vamos a pensar porqué ha salido así y de este modo, la siguiente vez puedes intentar corregirlo y seguro que te saldrá muy bien!”
No cerremos la puerta a nuestros hijos. Ellos pueden llegar a ser todo lo que quieran, el límite lo pondrá la vida, las circunstancias, las capacidades, sus deseos… pero no nos convirtamos nosotros en el límite de nuestros hijos.
YA VERÁS CUANDO VENGA PAPÁ/MAMÁ
“Espera a que llegue papá/mamá o ya verás cuando llegue papá/mamá” Otra versión que oigo continuamente en la farmacia es: «Te va a reñir la señora» (pasando por alto que me llaman «Señora» y me veo salir las arrugas por segundos 🙁 )
¿Por qué cedes tu autoridad? ¿Por qué delegas en otro que no está en ese momento ahí y no puede solucionar la situación?
Tú eres un adulto, eres el padre o madre de tu hijo y probablemente la situación requiere una respuesta inmediata. Da tu respuesta en función del consenso habitual que tienes con tu pareja y sigue adelante.
Será imprescindible que ambos padres estéis de acuerdo en la educación de vuestros hijos o al menos, que lleguéis a un consenso sobre las cosas más importantes. Sobre todo, no os llevéis la contraria frente a vuestros hijos.
¿Qué es mejor hacer para remediar esto?
Toma tú la decisión. Tú eres quien está ahí, tu hijo necesita una indicación en el momento. Dásela y asume las consecuencias.
Otra consecuencia grave que veo a esta frase es que el progenitor que no está tendrá que emitir un juicio cuando llegue, sin haber estado en la situación, probablemente sin conocer todos los datos y se convertirá en un juez parcial y probablemente indeseado.
DATE PRISA.
Ains………… Aquí yo no tengo excusa, esta es la frase que digo a mis hijos unas treinta veces durante la primera media hora del día. Vamos a la carrera así que voy diciendo esto cada minuto aunque tras leer este artículo tan bonito de huffington post me he propuesto corregirlo
¿Qué puedes hacer para no meter prisa a tus hijos?
Obvio: organizarte mejor, levantarte antes y darles el tiempo que necesitan para hacer sus actividades.
Resumen de las frases que no debes decir a tu hijo
¿Qué hago yo para evitar las frases que no debes decir a tus hijos?
Yo procuro no decir estas frases mucho pero ya te he confesado que el “date prisa” y el “no llores” son las que más me cuestan.…
Máximas que podemos repetirnos y seguir para intentar evitarlas:
- No etiquetes a tu hijo
- No le compares con nadie. Él es único.
- No le juzgues a él, juzga sus actos.
- Respétale, es diferente a ti.
- Ayúdale a respetar a los demás.
- Quiérele mucho.
- Refuerza su auto estima. El adulto sano empieza siendo un bebé y niño sano emocionalmente.
¿Qué otras frases que no debes decir a tu hijo añadirías tú a las de este artículo?
