¿Cómo preparar a tus hijos para la llegada de un hermano? Mi experiencia.

La semana pasada te contaba los consejos para preparar a tu hijo para la llegada de un hermano. Hoy te cuento mi experiencia.

¿Qué reacción tuvo mi hijo ante la llegada de su hermana?

La primera vez que tu hijo mayor conoce a su hermana o hermano pequeño es muy emocionante.

En mi caso, llegamos a casa con la niña y mis hermanos trajeron a mi hijo mayor un ratito más tarde.

Mi hija estaba tumbada en nuestra cama porque se me había quedado dormida aupi y le dejé ahí para ir a saludar a mi hijo mayor.

Cuando él llegó yo estábamos mi marido y yo en el salón sin el bebé y me abrazó muy fuerte. Estaba contento de volver a casa y estar conmigo tras casi 3 días sin verme y le dije que había venido ya «la nena» y que estaba dormida. Le pregunté si le quería ver. Dijo que sí, claro.

Le llevamos a la habitación y le vio tumbada en la cama. Ella estaba dormida tan plácidamente que él pensó que era un muñeco y fue a cogerle del pie para jugar. Le dijimos que no, que no era un muñeco y ella se despertó y le miró.

La reacción de mi hijo fue preciosa porque con 18 meses lo que hizo fue apoyar su frente en la frente de su hermana y sonreír. Permaneció así algunos segundos y luego nos miró y sonrió y dijo: «¡la nena!».

Quizá ayudó que mi hijo era relativamente pequeño y pronto se olvidó de la vida antes de existir su hermana, quizá ayudó que me pasé todas las tardes de los meses siguientes jugando a lanzar coches por el pasillo con él aunque tuviera al bebé aupi o al pecho, quizá ayudó hacerle partícipe de cuidar a su hermana, o quizá simplemente ayudó que mi hijo es muy bueno. No sé qué fue pero mi hijo llevó muy bien el nacimiento de su hermana.

Luego ya con el crecimiento y cuando interviene en sus juegos riñen y pelean como todos los hermanos.

¿Cómo preparé a mis hijos para este nuevo nacimiento de su hermano?

Se acercaba el nacimiento de mi tercer hijo y mucha gente me preguntaba «¿Qué dicen los mayores? ¿Están contentos?»

Tengo la suerte de que a mis hijos les encantan los bebés así que la idea de tener un bebé les parece fantástica por lo menos de momento.

Yo les iba diciendo que iba a necesitar mucha ayuda con el bebé y habíamos distribuido las tareas. Mi hija es la encargada de poner el chupete al bebé cuando llore y mi hijo es el encargado de avisarme cuando llora para que yo le coja aupi. A la hora del cambio de pañal, mi hijo me pasará la crema y mi  hija el pañal limpio y así creo que iré organizando todo para que se sientan partícipes y mayores.

Una de los momentos más especiales que yo he disfrutado este embarazo es, cuando ya el bebé da patadas muy fuertes, ponerles la mano de mis hijos sobre la tripa y que las noten. Las primeras veces me decían que sí, que notaban patadas, pero yo veía que no. La primera vez que ambos notaron una patada su carita se iluminó de sorpresa e ilusión y fue un momento precioso.

Durante el tiempo del embarazo han surgido algunas preguntas y conversaciones muy graciosas  con ellos desde el:

•  «Pero mamá, ¿Cómo se ha metido ahí el bebé?»
  • No te cuento el lío que me hice para explicarle cómo se metió ahí el bebé porque vamos… ¡Qué jardín!

• -«¿Pero va a comer teta? ¿teta, teta?» Y yo:

-¡No!, la leche que salga de la teta».

-«A ver, ¡Yo quiero probar!»

-¡No, que ahora no tengo… tendré cuando nazca el bebé… Y los niños mayores no comen leche de la teta… que tienes muchos dientes ya…

• -«¿Dónde va a dormir el bebé?»

– «En una cunita super pequeña en el cuarto de los papás hasta que sea un poco mozo y pueda dormir en la cuna grande en su habitación»

– «¡No, tiene que dormir aquí en la habitación de los niños con nosotros! Ya sé, le ponemos la cunita esa entre nuestras dos camas y así dormimos los tres juntos»

– «Es que los bebés lloran mucho y se despiertan por la noche… de momento vemos cómo duerme y luego decidimos, ¿ok?

• «Mamá, tienes la tripa «godisima», ¿Tío, tienes tú también un bebé en la tripa?»

¿Cómo han llevado mis hijos la llegada de su hermano pequeño?

Sorprendentemente bien.

Quizá estaban ya muy concienciados al haber hablado tanto sobre el bebé, quizá es por lo mucho que les gustan pero les encanta su hermano.

Nos pareció buena idea que vinieran al hospital a conocer a su hermano y que subieran por turnos para poder disfrutar del momento cada uno individualmente y con tranquilidad.

Mi hijo mayor llegó y no se podía creer al bebé. Yo había puesto al bebé en su cunita para tener las manos libres para abrazar al mayor. Fue precioso porque se acercó, se quedó callado, sonriendo y tapándose la boca en señal de sorpresa. Se volvió hacia mí y me tocó la tripa, para comprobar que ya no estaba dentro y ese bebé era el nuestro.

Le encantó y le quiso cogerle aupi. Ese día no quiso darle beso. No habló mucho pero estaba super emocionado.

Mi hija llegó a la habitación del hospital y hizo lo mismo, acercarse a la cuna y ver a su bebé pero ella sí habló:

«¡Qué mono mamá! ¡Es super suave, como tú mamá! ¡Es el mejor bebé del mundo mundial!»

Ella estaba feliz, le quiso coger, le quiso dar besos y le quiso tocar.

Eso sí, ella quería quedarse con nosotros y aunque su visita fue muy larga, luego tocó llorar al tener que separarse de mí.

¡Ains… si es que es más mona!

Hoy, con casi un mes que tiene ya el pequeño, les encanta cogerle. De hecho, mi hijo (que te da un beso al día y pidiéndolo) al bebé le da muchísimos y sin que nadie le diga nada…

Les encanta ayudarme a bañarle y les encanta sobre todo que les mire y enseñarle sus juguetes.

Eso sí, cuando llora, vienen corriendo a decirme: «Mamá, coge al bebé que llora». Así que entre uno llorando y los otros rogando, te puedes imaginar la música celestial que hay estos días en mi casa… 😉

Cuéntame, ¿Cómo llevó tu hijo o hija la llegada de su hermano/a?