El año pasado ya escribí un par de posts sobre los regalos y los reyes. Te contaba que nos habíamos fijado un objetivo de dos regalos por niño y luego te contaba cómo fue el resultado. Pero este año veo que se ha puesto de moda el tema del «síndrome del niño hiper-regalado«. Y me pregunto ¿Cuántos son demasiados regalos? ¿5, 10, 25?
Aquí va mi reflexión sobre cómo intentar evitar que nuestros hijos se vuelvan materialistas y acaben volviéndose locos abriendo paquetes envueltos en papeles brillantes al grito de: «¿¿No hay más regalos??»
Hace unos años estaba de moda el anuncio ese del niño que grita «Un palo! Un palo!» super feliz en reyes, ¿te acuerdas?
Imaginemos por un momento que esta noche en vuestra casa pasa eso.
Buscáis el mejor palo del parque.
Sí, ese. El que tú y yo sabemos que a tu hijo le encantará.
Ese que deja polvo asqueroso por donde pasa, que tiene nudos feísimos y hasta algunas hojas secas medio colgando.
Ese que es mucho más grande de lo que a ti y a mí nos gustaría. Ese palo que es exactamente el que a tu hijo le encantaría.
Sigue imaginando que lo envuelves y que esta noche o mañana tu hijo lo abre.
Visualiza su cara. Nada que ver con el anuncio. Miraría el palo, te miraría a ti con los ojos abiertos como platos y te diría: «¿Un palo?»
Cualquier otro día ese palo sería maravilloso. Pasaría la tarde feliz jugando con el palo en el parque y más tarde lloraría y patalearía por tener que dejarlo en la calle y no subirlo a casa para guardarlo como su gran tesoro.
Pero el día de reyes seamos honestos, tu hijo espera un regalo REGALO.
¿Qué es el síndrome del niño hiper-regalado?
No nos engañemos… todos nuestros hijos son hiper-regalados. Los míos y los tuyos. Todos.
Todos tienen muchos más juguetes de los que usan y todos empiezan peligrosamente a dejar de ilusionarse con las cosas nuevas.
Si tu hijo pide algo nuevo, se lo compras y a la media hora ya se ha olvidado o está pidiendo otra cosa significa dos cosas:
- tu hijo es normal. Si cuela, cuela…
- tu hijo está empezando a no dar importancia a los bienes materiales. Cuidado.
Si tu hijo pide una cosa como si la vida le fuera en ello y a los 5 minutos de conseguirla pide otra distinta… es un niño hiperregalado y nos tocará intentar que aprenda a dar importancia a lo material y a recuperar la ilusión por cada regalo y cada juguete nuevo.
¿Qué podemos hacer para evitar el materialismo de la navidad? ¿Cómo evitar que estos reyes haya demasiados regalos para los niños?
- Intentemos recordar que la navidad es mucho más que los regalos. Que de hecho, la causa de que haya regalos es que hay una ocasión importante que celebrar, que es un nacimiento único y muy muy especial.
- Intentar contagiarnos de la felicidad de los niños con las cosas pequeñas. Un cromo, un sticker, un tatoo, una pintura o lápiz bonito son detalles que a ellos les llenan. No es necesario gastarse un dineral ni comprar todo lo que te pide para sorprenderle y que disfrute de tener algo nuevo.
- Limitar el número de regalos. Uno en cada casa por niño (su propia casa y la de los abuelos). Si tus hijos son mayorcitos y pueden compartir juegos de mesa mejor todavía limitarlo a un juego para compartir para todos en cada casa.
- Si ves que hay muchos regalos, esconde algún paquete antes de que tu hijo lo detecte y guárdalo para su cumple o para cualquier otro día que pueda ser una ocasión especial. Estoy convencida de que a partir del tercer regalo, los niños no consiguen ver nada.
¿Tú has hecho algo especial para intentar evitar que haya demasiados regalos en casa?