Ayer recibí una gran noticia. Una gran amiga está embarazada de su primer bebé. Estoy feliz por ella y por su marido porque ambos son maravillosos y se merecen toda la suerte del mundo. Y hablando de todo y nada, ella me comentó que tenía algunos miedos en el embarazo.
Y te preguntarás ¿Qué tiene que ver ésto con los miedos en el embarazo?
Pues la razón del post de hoy es que, entre muchas muchísimas cosas de las que hablamos, la conversación me hizo recordar una anécdota que es una chorrada en sí pero que va sobre el miedo en el embarazo.
Miedos que creo que sienten casi todas las embarazadas en algún momento y de los que no se habla mucho.
La anécdota:
En mi primer embarazo, la última visita a la matrona. Midió mi tripa, escuchamos el acelerado corazón de mi bebé, me pesó, me dijo que me cogiera la baja (le dije que no podía, que era autónoma y que me la cogería una semana antes de la fecha probable de parto). Me dijo que estaba todo bien y la buena señora me mandaba para mi casa.
Me vestí y con la mano ya en el pomo de la puerta y habiendo dicho adiós, me di la vuelta y le pregunté: «una cosa, ¿es normal estár acojonada?» (perdón por el taco… pero fue así)
Y su respuesta fue: «Michica, si no estuvieras asustada serías una inconsciente. Tu vida no va a cambiar nunca tanto como ahora».
Y para mi sorpresa, su respuesta alivió mis miedos… ligeramente por lo menos.
Alivió mi miedo porque lo compartí.
Porque es normal tener miedo, sobre todo cuando se acerca el parto.
Porque es normal dudar sobre si sabrás hacerlo bien (que seguro que sí, pero esos tú aún no lo sabes porque nunca antes has sido madre)
Porque el dolor da miedo.
Porque el parto es una incertidumbre, da miedo y duele.
Porque no sabes si todo va a ir bien.
Porque ser madre es lo que mejor quieres hacer en tu vida porque de ello depende la vida de la persona a la que más vas a querer.
Porque…
Porque…
Poco a poco podemos ir tratando los miedos que atacan a las mamás embarazadas y dejaremos el miedo al parto para un post entero porque si no, éste será eterno.
Vamos a ver dos grandes terrores de la mamá embarazada, el miedo al embarazo en sí y el miedo a la ganancia de peso durante el mismo.
En el capítulo dos trataremos el miedo a que el bebé esté bien, el miedo al cambio de estilo de vida y el miedo a la maternidad, ser madre y tenerlo todo preparado para la llegada del bebé y sus primeros cuidados.
Miedos en el embarazo: también puede ser miedo al embarazo en sí
Obviamente existe un miedo al embarazo cuando no quieres quedarte embarazada, pero no es de lo que hablaremos hoy.
Aquí me gustaría hablar del miedo al embarazo en sí.
Miedo a cómo te sentirás estando embarazada y a las barbaridades y cosas tan negativas que se cuentan sobre los «síntomas en el embarazo».
Como la gente es tan maja muchas veces y le encanta contarte todos los detalles truculentos, muchas mujeres cuentan que sus embarazos han sido horribles: nauseas, dolor ciática, mareos, bajadas o subidas de tensión, azúcar o diabetes gestacional, aumento de peso espectacular, malestar, cansancio extremo… Mil dolores.
La consecuencia es que muchas mujeres sienten miedo ante la perspectiva de lo que les pasará o sentirán cuando estén embarazadas.
Mamá embarazada, pon este cartel en tu pecho o encima de tu cabeza para que se vea bien:
El embarazo obviamente produce cambios en tu cuerpo, las hormonas te tienen revolucionada y seguramente pasarás alguna molestia.
Miedos en el embarazo: el aumento de peso descontrolado y exagerado

Te animo a leer los siguientes posts sobre miedos en el embarazo: