La vulnerabilidad y la soledad en el post parto

Hay una parte del post parto de la que no solemos hablar muchas veces. Es la soledad en el postparto y cuarentena que viven muchas nuevas mamás. La soledad en el puerperio o post parto, que unida a la vulnerabilidad, hacen del post parto  o puerperio y cuarentena una de las épocas más duras de la maternidad.

La soledad del post parto

Seguro que has oído o leído sobre «criar en tribu».

Quizá te suene a cosas de hippies pero no lo es.

En la antiguedad, la mujer buscaba un refugio seguro para dar a luz y el «cobijo» de la tribu para sentirse protegida tras parir y en los días y semanas primeros de criar a su bebé.

Criar en tribu es lo razonable en el ser humano ya que vivir en tribu es lo que ha hecho nuestra especie siempre.

Nuestras abuelas, de hecho, criaban en tribu. Aunque no le llamaran así.

Solían vivir varios núcleos familiares y varias generaciones en la misma casa.

Lo que significaba que cuando una mujer de la familia daba a luz, había más mujeres en la casa que se encargaban de todas las tareas que ella llevaba a cabo.

Ésto le permitía dedicarse a descansar, recuperarse y atender al bebé teniendo además sus necesidades cubiertas como: comida caliente, casa ordenada y limpia, etc.

Actualmente, el post parto suele vivirse en la intimidad de las casas y muchas veces estando solos la pareja de padres inexpertos.

Padres recientes sobreinformados pero sin experiencia, cuya única intención es hacerlo bien.

Y dentro de esa pareja de nuevos padres, estás tú, mamá.

El post parto suele vivirse en la intimidad de las casas y en soledad

La soledad de la nueva madre en el post parto

Tú, mamá, formas una unidad con tu bebé de la que no forma parte el papá.

Y en la que tú eres la única adulta.

Es decir, en esa unión nueva, singular y única, muchas veces te sientes sola porque nadie conoce tu bebé como tú.

Además, sabes que tu bebé te necesita para sobrevivir.

Y a veces, a las tantas de la madrugada, entre toma y toma te surge el pensamiento «Estoy sola». 

Racionalmente sabes que si «faltaras» un biberón puede suplirte.

Pero tu cuerpo te grita en silencio que tú eres imprescindible para tu bebé.

tu cuerpo te grita en silencio que tú eres imprescindible para tu bebé

Y además, sabes que las decisiones que tomas ahora tienen consecuencias directas sobre tu bebé y eso es mucha responsabilidad que a veces, pesa.

La soledad del puerperio se suele acompañar de otro tema difícil que yo he llegado a concluir, la vulnerabilidad física y emocional en el postparto.

La soledad en el post parto se acompaña de una gran vulnerabilidad física y emocional

La vulnerabilidad física y emocional del puerperio

El post parto o puerperio es uno de esos momentos en los que la mujer es vulnerable tanto física como emocionalmente.

Hace 6 años que di a luz a mi primer hijo pero hasta hace poco no me di cuenta de este detalle tan importante y no he leído hablar de ello en ningún sitio.

La vulnerabilidad en el puerperio o post parto y las personas tóxicas que se aprovechan de ello.

Actualmente la mujer instintivamente siente la misma vulnerabilidad, por muy fuerte que esa mujer sea.

En el post parto te sientes vulnerable por varias razones:

• Será la primera vez en tu vida que hagas determinadas cosas que en semanas te parecerán muy simples pero ahora son un mundo. Esas cosas van desde cambiar un pañal o bañar a un resbaladizo recién nacido. Hasta conseguir una lactancia exitosa o acompañar un bebé a dormir.
• Tu cuerpo no ha vuelto a ser «tu cuerpo» de antes del embarazo pero ya no es es el entrañable cuerpo embarazado.
• Tu ánimo está bajo aunque no llegues a tener una depresión post parto.
• Surge la duda dentro de ti por pensar si estás haciendo las cosas bien e incluso si estás atendiendo bien a tu bebé.
• Tienes que atender las cuestiones logísticas sola muy pocos días tras el nacimiento del bebé puesto que el papá, en 15 días tiene que volver a trabajar.
• En todas las familias (hasta en las mejores) hay ese «alguien» toca huevos. Ese alguien, generalmente mujer, que cree que lo sabe todo y que opina de todo. Por supuesto, su opinión siempre es que tú lo estás haciendo mal. Como te aconsejo muchas veces:

En el post parto ignora a tus grillos: ese «alguien» que lo sabe todo y critica todo.

Las personas tóxicas en el post parto.

Hay personas maravillosas que te quieren y te cuidan y lo seguirán haciendo durante el post parto y cuarentena con todavía mayor intensidad pero existen algunas personas que son tóxicas por naturaleza.

En el caso de las mujeres tóxicas, he observado, aunque no lo he constatado con ningún estudio sociológico ni nada por el estilo, que suelen sacar su «extra de toxicidad» con el tema de la maternidad.

La maternidad te implica por completo y te hace cuestionarte tu identidad y tu vida.

A todas.

Cuando la mujer se encuentra cara a cara con la maternidad, sea propia o ajena, salen a relucir todos los demonios internos. 

• Si una mujer vive una maternidad sana, ya sea porque la vivió como hija o porque la ha experimentado como madre, creo que llega a su plenitud con su «ser madre».

• Si una mujer tiene mal vivida la maternidad.

Puede que incluso desde que era un bebé y además es tóxica, (que igual esa es la causa de ser tóxica pero eso es para otros debates), suele sacar sus mayores demonios contra la maternidad.

Aprovecha para dañar la primera oportunidad que se le presenta y la víctima perfecta es la mujer recién parida.

Si es primeriza, mejor. Es más fácil dañar a la persona más vulnerable.

También es mucho más cobarde.

Pero creo que a alguien capaz de dañar deliberadamente, se le da por supuesta la cobardía.

La maternidad es tan honda que a la mujer nos llega tanto al corazón y como a las tripas.

No estoy hablando de personas desafortunadas en sus comentarios.

Estoy hablando de personas tóxicas que hacen daño y dejan dolor en el corazón de la madre con la que tratan a sabiendas y con intención.

Las personas tóxicas saben muy bien cómo hacer daño y aprovecharán los «puntos débiles» de la nueva madre como pueden para intentar dañarle.

Hhay personas tóxicas que disfrutan de dañar a la nueva mamá haciéndole cuestionarse su maternidad

Lo más triste es que el post parto es una época en la que la mamá está tan vulnerable que es muy probable que estas personas tóxicas tengan éxito y generen dolor, duda y malestar.

Y no hay derecho.

Porque a una mamá recién parida, lo que hay que hacer es cuidarle, protegerle y «empoderarle» diciéndole que lo está haciendo muy bien y que es una buena madre.

Te digo una cosa.

Si tienes algún familiar tóxico, no le veas en tu post parto. Mínimo 15 días. Mejor en toda la cuarentena

Mis hijos no se parecen a mí. Si me sueles leer, probablemente ya lo sabes porque lo digo mucho.

Cuando nació mi primer hijo, una familiar de mi marido vino a conocerle un par de semanas tras el parto y tal que vio a mi bebé precioso soltó: «Pues yo a este bebé no le veo ningún parecido. ¿Tú estás segura de que no te lo han cambiado?».

Así, como lo lees.

Yo era madre primeriza de libro, llevaba 15 días sin dormir 2 horas seguidas, agotada e intentando quitar las pezoneras en cada toma. Recibiendo visitas en casa cada 2 o 3 días y además, algunas de esas visitas pasaban a ver la casa. Y acabando por estar en un baño 5 adultos para ver «cómo se me daba bañar al bebé».  Vamos, un poema.

Recuerdo esa época con bastante horror. Quizá esa sea una de las razones por las que he escrito el libro «Cuídate mucho, mamá«. Para intentar que a ti no te pase.

Bueno, a esa «buena señora» le contesté: «Sí, es mío. Le vi salir y no le he perdido de vista desde entonces».

Aquel comentario a mí no me dañó. Me pareció inoportuno, de mal gusto y muy maleducado.

Y pensé en el daño que ese mismo comentario me podría haber causado de haber sufrido por ejemplo una cesárea y no haber podido ver a mi bebé en cuanto nació.

Si ella lo hizo mal intencionadamente o no, eso nunca lo sabré. ¿Tú qué crees?

Te repito:

Si tienes algún familiar tóxico, no le veas en tu post parto. Mínimo 15 días tras el parto pero mejor en toda la cuarentena

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