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El chupete 5 – mi experiencia con el chupete. Cómo lo usé yo con mis hijos. Cómo dejaron mis hijos el chupete.

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Y ya acabamos la serie sobre el socorrido chupete. Y es que dejar el chupete no es fácil. Por eso, te cuento cómo ha ido mi experiencia con el chupete.

A estas alturas y si has ido leyendo lo que he escrito sobre él, sabes que yo soy «a favor» del uso del chupete. Eso sí, del uso correcto.

Creo que es más fácil quitar un chupete que un dedo que se chupa.

Creo que los bebés y niños necesitan succionar y a veces, las madres no podemos estar todo el día con el niño al pecho así que el chupete está muy bien para «sustituirte».

Creo que cuando dejas a tu bebé al cuidado de alguien, cuantas más herramientas que le ayuden y calmen al bebé le des… mejor así que el chupete en estos casos suele ser una gran ayuda.

¿Cuándo dí yo a mis hijos el chupete y lo cogieron la primera vez?


Como todo con mis hijos, mi experiencia con ambos fue muy distinta. 


Con mi hijo mayor, nuestra primera lactancia empezó siendo un poco aparatosa así que no le ofrecí el chupete hasta que estuvo bien establecida, que fue a la edad de 3 semanas.

No lo quiso. No lo cogía. No lo quería de ninguna manera. Probé todas las formas, colores, texturas, etc. A los 4 meses mi hijo se quedó con mi madre por las mañanas mientras yo trabajaba y fue mi madre quien consiguió que cogiera el chupete. No tenía otro remedio porque yo no estaba a mano así que aceptó. Terminó usando el fisiológico de caucho de suavinex.



Siempre he recomendado usar cadenita con los chupetes. Mi favorita es el broche de nuk con pinza metálica. Se agarra muy bien a la ropa sin dañarla.
A mi hijo jamás le molestó la cadenita y no solía soltarla de la ropa, se la dejaba ahí colgando y así tenía su chupete a mano.

Con mi hija fue obviamente diferente. 

La lactancia, al ser la segunda, fue más fácil de instaurar y al par de semanas le ofrecí el primer chupete. 

Le puse el anatómico de caucho de suavinex. Tal que se lo acerqué a la boca, lo cogió y se puso a succionar a lo «Maggie Simpson». 

Tan feliz. Le encantaba su chupete y le calmaba mucho. A los 6-7 meses cambiamos de talla y usó la talla 2 hasta los 2 años más o menos, cuando cambió a la talla 3 que es la de 12m+. 

Con las cadenitas mi hija tuvo otra relación distinta. No le gustaban nada. Llegué a la conclusión de que le pesaban y por eso no las quería. Cuando era muy pequeña se limitaba a tirar por el lateral de la silleta todo chupete con cadenita que pillara. Perdí un montón hasta darme cuenta!!
Una vez fue creciendo, me dejaba claro que soltara la cadenita así que sus chupetes siempre fueron sueltos.


¿Cómo fue la aventura de mis hijos para dejar el chupete?

 
La caja que ves es la que usamos realmente, por eso está un poco dañada…

Hacia los dos años, ambos estaban habituados a usarlo durante el día cuando les apetecía o lo necesitaban y para dormir. Excepto durante las horas que estaban en la guardería, que solo se lo daban para dormir.

Con mi hijo, tras cumplir dos años y al llegar las navidades los «reyes» le trajeron una cajita en la que pegué una foto de un chupete y de una cama y otra cajita en la que había un dibujo de un chupete y un coche. 

Él entendió perfectamente que significaba que los reyes pensaban que ya no necesitaba el chupete durante el día sino solo para dormir o para ir en el coche. Lo aceptó muy bien y lo cumplía muy bien.
Es un buen truco si lo quieres usar con tus hijos. Los niños entienden perfectamente los dibujos sencillos así que fue muy eficaz.

No quitamos el chupete de mi hijo hasta que cumplió tres años. Yo ya le iba diciendo que cuando quisiera y pensaba que no lo necesitaba ya más, lo podíamos entregar a los gigantes de Pamplona. Llegó el día de San Saturnino y los gigantes salían de «ronda». Él sabía que íbamos a ir así que vino y me dijo que había pensado darles los chupetes. Le expliqué que teníamos que darlos todos y que no podríamos recuperarlos y me dijo que sí.
Preparamos todos los chupetes en un lazo para colgarlos del brazo del gigante.
Llegado el momento tuvimos que correr porque los gigantes bailan muy rápido pero llegamos justo en el momento en que la «reina» paraba. Los pusimos en su abanico y ella se fue. 
Mi hijo se sentía super orgulloso de sí mismo y estaba feliz. 

Y luego llegó la noche…. 
Y echaba de menos a su chupete y llegaron los lloros y me decía que fuéramos al garaje donde guardan a los gigantes a recuperar su chupete. Le dije que no podía ir pero que la siguiente vez que viéramos a la reina, si todavía echaba de menos su chupete y los quería recuperar, se los pediríamos.
Eso le consoló y se durmió. 
Lloró un poquito varios días al ir a dormirse pero ya entendió que no lo necesitaba y que era capaz de dormirse sin él.


Con mi hija, ella no tenía ninguna intención de restringir el uso del chupete a sólo para dormir e ir en coche. Le encantaba su chupete y dormía con uno en la boca y otro en la mano.

Pensé que iba a ser muy difícil.
Yo le iba diciendo lo mismo, que ya era mayor y que cuando estuviera preparada para dejarlo, que los entregaríamos a los gigantes o a quien quisiera.
El pasado 5 de enero, con dos años y medio, cuando estábamos preparándonos para ir a la cabalgata de los reyes me dijo que quería darles los tetes. 

Le expliqué lo de que había que entregarlos todos y que no los podríamos recuperar y la pareció bien.
Los preparamos en una bolsa (eran muchos) y los llevamos. 
Pero……… en la cabalgata fue imposible darlos a los reyes. Hay mucha gente y los reyes van en su carrozas. Al día siguiente los reyes iban a estar en misa así que pacté con ella que los entregaríamos mañana en mano.
Esa noche obviamente durmió con tete pero le dije que se despidiera, ya que era la última noche.
Al día siguiente a ella le dieron miedo los reyes al acercarnos y al final los entregué yo pero con ella aupi.

El rey le dio un caramelo y ella se quedó conforme.

Pensé que la noche sería un drama pero no nombró el chupete. Ni esa noche ni en todo el día siguiente hasta que……….

hasta que pasó la cosa más tonta que le puede pasar a unos padres!!!

NO COMETAS EL MISMO ERROR QUE YO!!!!


Me dejé un chupete olvidado en la bolsa de la silleta y la tarde después de dejarlos, lo encontró. Empezó a gritar loca de alegría: 
«Tenemos un tete mamá!!!! Tenemos un tete!!!»
Yo entré en pánico! Con lo bien que había pasado la noche!! Y le dije que lo tiraramos a la basura… Ella empezó a llorar… «Mi tete a la basura no!!!!»

Y se me ocurrió una idea un poco «vil», lo reconozco pero en la guerra… (y la maternidad es una pequeña «batalla» ;-))  todo vale!!

Le dije que claro, que si nos quedábamos el chupete teníamos que devolver todos los regalos de los reyes… pero que los reyes se habían ido ya a Oriente así que no podíamos darles este tete… que lo mejor era guardarlo en la caja del belén y el año que viene, cuando vinieran los reyes, se lo entregaríamos.

Sorprendentemente, le pareció bien el arreglo de no tirar el chupete a la basura sino guardarlo con el belén.

Y hasta aquí mi historia con el chupete. Cuándo los dí, cómo los usamos y cómo los retiramos…

Me encantaría conocer tu historia con los chupetes. ¿me la cuentas?

listas para preparar la llegada de tu bebé

Yo soy Ana Monente Mozaz (Ana Cestaland), farmacéutica y madre de familia numerosa de tres hijos que me enseñan e inspiran cada día.

Desde 2005 tras el mostrador de mi farmacia en Paseo Anelier 18 en Pamplona ayudando a cuidar y mejorar la salud de nuestros pacientes.

En 2012 creé con mucha ilusión Cestaland (regalos para bebés y embarazads) y este blog Cestaland de maternidad y salud infantil. ¡Bienvenido!

Este blog busca ser una ventana al mundo para dialogar sobre maternidad, crianza, embarazo, parto, bebés. Intentando aportarte consejos útiles y muchos trucos acumulados estos años para ayudarte en el reto que es la gran aventura de la maternidad.

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4 comentarios

  1. Hola! Enhorabuena por el artículo me ha parecido muy interesante y completo. La verdad es que es importante valor los pros y loos contras del uso del chupete, y aunque no es una buena costumbre y luego es díficil retiralo es verdad que ayuda a los bebés a calmarse.

    ¡Felicidades por el articulo de nuevo! Un saludo

  2. Muchas gracias por tus artículos.
    Me ha servido de mucho. Soy logopeda y especialista en atención temprana. Buscaba información y tus posts me han servido de mucho!
    Yo había utilizado en tratamiento el acuerdo de dejarlo en la ventada para que viniera una mama pájaro y se lo llevara a sus pajaritos! Si le sirve a alguien!
    Un placer y me quedará a leerte!

  3. Qué bueno lo de la cajita, es increíble cómo a veces estas explicaciones les valen. Esto demuestra que las madres necesitamos mucho ingenio e imaginación, jaja. No sé cómo me las agenciaré para quitarle sus queridos chupetes, la verdad, tendré que pensar algo. De momento hemos pasado una noche sin chupete (no lo encontrábamos y no quería ninguno otro, salvo su preferido) y fue terrible, así que lo dejamos para más adelante. Ay, ay…

    1. Bueno, es que el stress te da un subidón de energía que a unos les sirve para correr pero a las madres nos sirve para pensar muy rápido y sacar explicaciones de donde no las hay!
      Bendita inocencia y gran confianza que tienen en nosotros para tomarse en serio lo que les decimos. Lo que está claro es que no existe una receta para todos. Cada niño es único. Seguro que con tu peque encontraréis la manera. Como la encontraste con el cuento para dormir, igual te puedes inventar un cuento con el chupete!! Por fa, si te lo inventas nos lo cuentas, ¿ok?
      Gracias por tu comentario! Un abrazo, Ana

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