Cursillos intensivos de natación

Hoy toca un post un poco más personal y con batallita de mamá de dos seguidos y con una logística complicada. Llega el verano y hay que apuntar a los niños a cursillos intensivos de natación.

Como llega el veranito y las piscinas ya han abierto, en mayo empecé a buscar curso intensivo de natación para mis dos hijos. Mi chico mayor tiene 3 y medio y la pequeña 2.

Bueno, pues ha sido imposible encontrar un curso compatible para los dos. 
Mi logística siempre es complicada porque nosotros es como si fuéramos un trío por las tardes. Vamos junticos a todo…

El padre de las criaturas trabaja hasta tarde así que nos pasamos la tarde en amor y compañía… a veces entre lloros y compañía pero eso es otro tema…

Los cursillos intensivos de natación para niños  

suelen consistir en un par de semanas seguidas con clase todos los días de una media hora cada clase.

Lo que yo buscaba era lo siguiente:

– que fuera un máximo de 15 días seguidos 
– que pudieran ir mis dos hijos
– que perdieran el miedo a nadar
– que si se caen al agua sepan salir…

Pues ha sido imposible…. 🙁

Resulta que, con niños menores de 3 años, tienes que meterte uno de los padres con ellos al agua. Estupendo! Sin problema! Es más, encantada!! 
Pero ¿Qué hago con el mayor si no hay curso a la vez para él?

Descartada la opción de que fueran los dos. Tuve que optar por uno de ellos. 
Opté por que fuera el mayor. La peque tiene tiempo hasta el año que viene y este año no va a despegarse de los manguitos…

Bueno, mi experiencia en los intensivos de natación:

Fantástica!
Mi hijo lo ha disfrutado mucho!
Encontré un curso estupendo en el club deportivo Rochapea aquí en Pamplona! 
Ha aprendido muchas cosas, se atreve a saltar al agua con su churro y a meter la cabeza… creo que este verano va a ser un pececillo en el agua y no sé si conseguiré que esté seco ni dos minutos.
Iban 7 niños en el grupo. Es cierto que se pierde mucho tiempo esperando el turno hasta que todos han terminado el ejercicio pero creo que compartir el espacio y actividad con otros niños anima al propio a atreverse a dar el paso siguiente en el aprendizaje.

Eso sí… la pequeña ha llorado todos los días mientras me preguntaba con su lengua de trapo: «¿Hoy me toca a mí?» Me daba una penita…

¿Qué ha aprendido mi hijo en 10 tardes (2 semanas seguidas) media hora cada día?
– a saltar al agua él sólo (con el adulto metido y para cogerle!!! y el adulto le sostiene el churro)
– a mantener la postura correcta horizontal y aprender a avanzar dando a los pies.
– a nadar con el churro exclusivamente, sin tragar agua ni apurarse.
– a meter la cabeza un poquito debajo del agua y por tanto, empezar a «bucear».
Se ha dado cuenta:
– de que es capaz de nadar muy bien con entrenamiento.
– de que el agua es super divertida.
– de que el agua también es peligrosa y tragar no es nada divertido.
– de que no se puede meter sólo (le tengo dicho que no puede meterse sólo hasta que tenga 10… (Ahora que se acerca Sanfermines en Pamplona me pregunta si a los 10 también podrá correr el encierro. Le contesté que NUNCA podría correr el encierro y se puso tan triste que tuve que admitir que a los 18 ya podría… pero ni un minuto antes y confiando en que se le pasen las ganas… ;-S)

En resumen, una experiencia muy buena.Si tienes algún peque entre los 3 y 6 y no sabe nadar… te animo a buscar un intensivo!