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Emocionario: un libro especial. Algo más que el diccionario de las emociones.

libro emocionario diccionario de emociones

Hace varios meses empecé a ver mucho interés en las redes en un libro que se llamaba «Emocionario» y lo definían como el diccionario de las emociones para ayudar a nuestros hijos a conocerlas, nombrarlas y gestionarlas.

Unas semanas atrás recibí en mi casa el emocionario gracias a su fantástica editorial: «palabras aladas«.

Y mi conclusión es que el libro emocionario es mucho más que un diccionario de las emociones.

Casi lo definiría como una herramienta para entrar en el mundo de las emociones de la mano de nuestros hijos.

Al fin y al cabo, les llevamos de la mano al empezar a andar y ellos piden nuestra mano para explorar cuando se sienten inseguros.

Por tanto, al mundo de las emociones les tendremos que acompañar igualmente.

Creo que no puedes gestionar algo que sientes si no consigues identificarlo y para identificarlo bien necesitas saber su nombre.

Sabemos casi seguro que nuestros hijos van a pasar por todas las emociones que trabaja el libro emocionario:

¿Por qué leer a nuestros hijos un diccionario de emociones?

Por varias razones:

  • para que tu hijo y tú tengáis un lenguaje común y ambos sepáis las palabras para expresar bien lo que sentís.
  • para que tu hijo aprenda que las emociones tienen un nombre porque son reales y existen
  • pero sobre todo, porque todas las emociones son normales y no tienen por qué ser malas en sí. Eso dependerá de la gestión que hagamos de ellas.
  • para que tu hijo se sienta comprendido y aceptado.

En mi opinión, hay dos premisas básicas para tratar las emociones con nuestros hijos:

  • libro emocionario diccionario de emocionesUna es que no estamos para juzgar si las emociones son buenas o malas.

Las emociones son las que son y no son malas. En todo caso, algunas emociones son negativas y son esas las que tenemos que ayudar a nuestros hijos a gestionar y elaborar de manera positiva para que sepan salir de ellas sin sufrir más de lo necesario.

  • Y la segunda cosa sería, enseñar a tu hijo que tú también fracasas habitualmente lidiando con tus emociones y que eso es normal y natural y te da la oportunidad de aprender y probar cómo encontrar la mejor forma para gestionar las emociones.

El enseñar a nuestros hijos que nosotros también somos vulnerables e imperfectos y que también nos esforzamos cada día para saber gestionar nuestras emociones e ir mejorando poco a poco les enseña el camino para ir trabajándolas.

Al final, el que los padres bajemos del pedestal de la perfección y el conocimiento supremo en el que nos ponen los ojos de nuestros hijos quita en ellos la presión de nunca ir a alcanzar ese «ídolo».

¿Cómo usar el libro emocionario para trabajar las emociones con tus hijos?

Desde la editorial palabras aladas ponen a libre disposición en su web una guía de explotación lectora que puedes ver aquí:

En esta guía de lectura para el emocionario en pdf te indican qué pasos seguir en detalle para usar la magia del libro para aprender a gestionar las emociones.

Además, desde la editorial de emocionario: palabras aladas ponen a tu disposición en la web una herramienta muy intersante: Una guía con ideas para explotar las imágenes del libro ordenadas por el nombre de la emoción concreta que quieras trabajar:
Guía de ideas para trabajar las imágenes de cada emoción en el libro emocionario
La orientación para usar el libro emocionario es distinta según para qué edades tengan tus hijos:

 

Emocionario para niños de entre 3 y 6 años:

Si tienes algún hijo entre 3 y 6 años puedes empezar a trabajar el libro mirando las ilustraciones y comentando qué le pasa a cada personaje en ella.

Luego podrías leer el texto de al definición del significado de la emoción concreta que estás tratando.

Y puedes acabar contándole a tu hijo alguna anécdota en la que tú hayas sentido esa emoción con ideas de cómo la gestionaste.

El objetivo en esta etapa es enseñar a tu hijo el vocabulario, el nombre de las emociones que existen y su significado.

Así, cuando sientan esa emoción, tienen la palabra para identificarla.

 

Emocionario para niños de entre 7 y 9 años:

emocionario. Diccionario de emocionesA partir de los 6-7 años, los niños aprenden por imitación.

Pero cuidado.

Tu hijo no va a imitar lo que le dices. Va a imitar cómo te comportas y cómo vives.

Para seguir aprendiendo sobre las emociones con «El libro emocionario» te apoyarás sobre todo de las anécdotas, historias y batallitas que les contamos.

Esa es una de las razones por las que los niños se benefician mucho de la relación con sus abuelos y de escuchar sus relatos.

Compartir con tus hijos de esta edad anécdotas y relatos de las experiencias que has vivido relacionándolas con las emociones que te produjeron ayudará a tus hijos a entender sus propias emociones.

Además, para los niños puede ser asombroso descubrir que sus padres también sienten por ejemplo emociones como el miedo o la inseguridad, etc

Y la manera en la que sus padres lidiamos con esas emociones, les ayudará por un lado a ser más comprensivos y empáticos y a ir aprendiendo cómo gestionar las emociones y modularlas.

Además, compartir lleva a la empatía (ponerse en lugar del otro), a la comprensión, a la compasión y a un mejor conocimiento del otro.

Y eso se traduce en amor. Así que, cuanto más hables con tus hijos, mejor os conocéis y mejor os queréis.

Emocionario para niños mayores de 10 años o adultos:

Si tu hijo se ha habituado al libro y a intentar comprender y manejar sus emociones puede ser que quiera ir revisando el significado de las palabras para reafirmarse o para confirmar qué le está pasando exactamente.

Lo último que he leído es que en las edades de la adolescencia se da una «poda neuronal«.

Algo así como una limpia de las conexiones neuronales que no usa la persona en el cerebro reforzando y sellando las que sí usa.

Por tanto, si el cerebro de tu hijo está «sellando» las rutas que sigue su pensamiento y sus emociones en el cerebro… Más vale hacerlo con la mejor información posible, ¿no crees?

 

¿Cómo uso yo el libro Emocionario con mis hijos?

Este año voy a trabajar el libro emocionario en casa con mis hijos. Con el mayor de 6 y la mediana de casi 5 y te iré contando.

De momento, voy a empezar por 2 emociones y te iré contando en futuros posts los avances que vamos haciendo.

  1. la inseguridad porque quiero potenciar la seguridad personal de mis hijos y la confianza en ellos mismos.
  2. la frustración porque creo que cuanto antes aprendan a gestionar de la frustración, más felices van a ser.

 

En emocionario tratan todas estas emociones:

  1. Ternura
  2. Amor
  3. Odio
  4. Ira
  5. Irritación
  6. Tensión
  7. Alivio
  8. Serenidad
  9. Felicidad
  10. Alegría
  11. Tristeza
  12. Compasión
  13. Remordimiento
  14. Culpa
  15. Vergüenza
  16. Inseguridad
  17. timidez
  18. Confusión
  19. Miedo
  20. Asombro
  21. Asco
  22. Hostilidad
  23. Aceptación
  24. Incomprensión
  25. Desamparo
  26. Soledad
  27. Nostalgia
  28. Melancolía
  29. Aburrimiento
  30. Ilusión
  31. Entusiasmo
  32. Euforia
  33. Desaliento
  34. Decepción
  35. Frustración
  36. Admiraicón
  37. Envidia y Celos
  38. Deseo
  39. SAtisfacción
  40. Orgullo
  41. Placer
  42. Gratitud

¿Tú por qué emoción empiezas?

Si no lo tienes, te animo a disfrutarlo:

Yo soy Ana Monente Mozaz (Ana Cestaland), farmacéutica y madre de familia numerosa de tres hijos que me enseñan e inspiran cada día.

Desde 2005 tras el mostrador de mi farmacia en Paseo Anelier 18 en Pamplona ayudando a cuidar y mejorar la salud de nuestros pacientes.

En 2012 creé con mucha ilusión Cestaland (regalos para bebés y embarazads) y este blog Cestaland de maternidad y salud infantil. ¡Bienvenido!

Este blog busca ser una ventana al mundo para dialogar sobre maternidad, crianza, embarazo, parto, bebés. Intentando aportarte consejos útiles y muchos trucos acumulados estos años para ayudarte en el reto que es la gran aventura de la maternidad.

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4 comentarios

      1. Hola Ana! Cómo me alegro de que cada vez se vaya dando más importancia a cuidar el lado emocional de nuestros pequeños, así sí que podemos tener esperanza en que su futuro será mejor. Yo ya ni me acuerdo de hacer una, dos o cien integrales al día, tampoco me acuerdo de todos los ríos del mundo, ni si esto es una estalactita o una estalagmita, jeje…sin embargo, tengo bien marcado en mi mente momentos de inseguridad sin resolver, y sobretodo, momentos de ser ignoradas mis emociones a golpe de «esto es una tontería, no se llora por esto…». En fin, muy necesario este cambio en la educación. Gracias por el consejo.
        Idoia

        1. Gracias a ti Idoia por tu comentario.
          Sí, la educación emocional es tan necesaria…
          De hecho, conforme las madres o padres nos interesamos por ella, nos vamos dando cuenta de todo lo que tenemos que trabajar en nosotros mismos y también nos ayuda a sanar nuestras cosillas no resueltas.
          Muchas gracias por comentar y un abrazo,
          Ana

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