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Creando Recuerdos de Navidad. Bolas Navidad Personalizadas con Nombres

Bola navidad Personalizada con nombres

No sabemos qué parte de las cosas que hacemos y de lo que tenemos en casa se convertirá en los recuerdos que nuestros hijos evocarán cuando hablen de las navidades de su infancia pero yo hoy voy a intentar proponerme hacer navidades creando recuerdos. Y es que estamos creando recuerdos con todas las tradiciones que instauramos en casa en navidad: La decoración de navidad, las costumbres, la compañía, los menús, etc. Y te hablo de algo que creamos en nuestro taller artesano con mucho mucho cariño, las Bolas Navidad Personalizadas.

Por que, tu navidad, ¿a qué huele? Y ¿a qué sabe?

Las navidades de mi infancia

bola navidad personalizada para árbol de navidad. Mi navidad, cuando era una niña, era levantarte en la casa del pueblo de mi querida abuelica entre un montón de mantas calentica y bajar rápido para desayunar con todos cuando oías el tintineo de las tazas de colacao en la cocina.

Salir a la calle del pueblo a jugar con las amigas, jugando con el vaho de tu respiración mientras caminabas. Hacía mucho, mucho frío.

Mi abuela hacía de la navidad una mesa enorme que acogía a todos primos, tíos, el cura del pueblo y algún invitado sorpresa.

Y la respuesta inmediata de mi abuela, cuando llegaba uno más, era siempre la misma: «Ana, sube a por más sillas y copas«. ¡Ah, era fantástica!

Las navidades de mi infancia eran bajar al huerto con mi tío Fran a coger el cardo para la cena. ¡Qué frío y qué empinada es la cuesta que hay que subir para llegar a mi pueblo!  Y luego, durante la cena, pelearnos con él para ver quién comía más langostinos mientras él cantaba «Pena, penita, pena» o «el tamborilero» alternándolas en bucle. Tortuoso 😉

La decoración de navidad infantil:

La gran estrella de mi navidad infantil era el belén de mi abuela traído de tierra santa que durante años no se pudo tocar por si se rompía.

Puedo hasta recordar el tacto de las piezas. Ups…. ¿no se podía tocar?

Los adornos de navidad de mi infancia no eran adornos personalizados de navidad ni nada por el estilo. Yo nací en el 81 así que los adornos eran espumillón y bolas de muchos muchos colores.

Un despropósito cromático que poníamos en el salón y sobre todos los cuadros familiares tapando con las bolas la cara del afortunado retratado.

Mis navidades de adolescencia

Mis navidades de adolescencia siguieron siendo las del pueblo.

Eran ir de casa de mis padres a casa de mi abuela llevando cazuelas y cazuelas de comida mientras mis hermanos y primos jugaban al «Hotel» durante horas.

A mí nunca me han gustado los juegos de mesa así que me aburría mucho cuando todos jugaban.

Seguía habiendo invitados a la cena de navidad en casa de mi abuela y algunos años eran de lo más variopintos.

Los invitados de las navidades

El cura que me bautizó venía todos los años y estaba muy a gusto porque mi abuela le trataba como un rey.

bola navidad personalizadas familia

Un año, teniendo yo unos 14 años estaba parloteando sin parar contándole no sé qué a mi primo Enrique cuando el parroco Don Ramón de repente, soltó en medio de la mesa: «Pero esta mueta, ¡Cuánto habla! ¡Y qué rápido!». Y desde entonces esa frase me persigue y de vez en cuando la vuelvo a recibir.

Un año, mi primo Jesús invitó a un griego que decía que era productor de cine. Con 4 copas acabó diciendo que nosotras (con 15 años) teníamos madera de actrices y deberíamos probar suerte. ¡jajajajajaj! ¡Qué peligro!

Otro año, mi abuela había acogido un chico que era Bosnio refugiado de guerra y que no comía carne, lo que dificultó mucho el menú. Lo único que recuerdo de aquel chico era lo tristísimo que estaba. Entonces no entendí nada. Hoy me da mucha pena no haberme dado cuenta.

Las navidades de mi adolescencia saben a los primeros sorbetes después de cenar y huelen a mucho humo de tabaco porque salíamos hasta las tantas después de cenar y tú recordarás que nos pasamos nuestra juventud llegando a casa apestando a tabaco.

Las navidades de mi juventud saben a tostadas de ajo y jamón hechas en la chimenea de la casa del pueblo de mis padres por las tardes durante los días de vacaciones.

Y también recuerdan a la misa del gallo de la noche del 24 de diciembre, para la que nos levantábamos de una mesa caliente y salíamos a una noche fría para celebrar y recordar lo importante de esa noche.

La decoración navideña en mi adolescencia tenía un gran evento.

Aquellas navidades recuerdan al brillo de los espumillones de colores chillones (horrorosos hoy) que poníamos por todos los cuadros de casa de mi abuela y que ella no nos decía nada.

Aunque el gran evento de mi navidad de juventud era montar el belén. Mi padre ponía una puerta sobre caballetes bajo el hueco de la escalera.

Lo cubría con una tela bonita y ahí creábamos un paisaje de belén con un montón de figuras, con su río y montes por supuesto. Vamos, más parecido al Baztán del Norte de Navarra que al paisaje real desértico de Belén pero daba igual. Lo importante era poner cada figurita en su sitio. La mujer con el cesto en el puente.

El castillo de Herodes bien lejos del portal de belén y los reyes en camino avanzando hacia la gran estrella.

Y por supuesto, el árbol que poníamos en casa era pequeño y lo llenábamos de bolas de navidad originales de un montón de colores. 

Eramos una familia normal con 4 niños pequeños y, como a todos los niños, nos encantaba el colorín y las luces parpadeantes.

Mis navidades en Pamplona

bolas Navidad personalizadasMi primera navidad en Pamplona, que en realidad es donde he vivido siempre, fue mi primera guardia en mi farmacia.

Una nochevieja muy fría en la que vinieron a cenar conmigo a la farmacia mi hermano y mi novio entonces, marido ahora.

¡Qué majos!

Hay que querer mucho a alguien para venirte a cenar con ella a una rebotica fría un 31 de diciembre con gambas recalentadas en microondas.

Y llego un día en que mi abuela murió, íbamos casándonos y nuestras familias crecieron llegando los niños.

Y con este cambio natural en la familia, se acabaron las navidades de primos y tíos que tanto echamos todos de menos y que todavía hoy mantenemos a modo de merienda en casa de la tía, que tiene el don de acoger a todos y hacernos sentir bienvenidos y queridos.

Mis navidades ahora

Mi navidad ahora incluye cocinar y recibir en casa.

Incluye ser yo quien prepara y envuelve regalos.

Mi navidad ahora incluye disfrutar de ver a mis hijos crear recuerdos entre ellos y con sus primos y tíos.

Hoy mi navidad es ver que todos estamos bien y saber que eso es mucha mucha suerte y tengo que dar un GRACIAS enorme por tener la suerte de compartir mi vida con gente tan genial.

Mi navidad ahora incluye intentar que mis hijos entiendan qué estamos celebrando, que no tiene nada que ver con los regalos ni las comilonas.

Sino que celebramos que la esperanza viene al mundo para cambiarlo, transformarlo. Para traernos amor y paz.

Para que seamos «familia» todos, también de los pobres, de los que sufren, de los que lloran, de los que buscan refugio.

A mí me gusta la navidad.

Me gustan las tradiciones y me gustan los recuerdos.

Incluso me gustan los recuerdos que se pueden tocar y que año a año subimos de la caja del trastero y colocamos en su sitio destacado para celebrar.

En nuestra farmacia colocamos un belén especial que compramos en Portugal mi marido y yo en el último viaje que hicimos siendo novios y durante el cual me pidió que me casara con él y que me encanta.

Por eso hemos creado algo especial en nuestro taller artesano para ayudarte a hacer una decoración de navidad personalizada incluso con Bolas Navidad Personalizadas

Bola navidad Personalizada con nombres

Las tendencias en decoración navideña evolucionan cada año y este la hemos sofisticado ya al máximo queriendo personalizar los adornos de navidad.

En mi casa por ejemplo ponemos 2 belenes, el clásico con figuras italianas y el de playmobil para poder jugar más.

Además, ponemos un gran árbol (el que ves en estas fotos). Y cuando digo «gran árbol» es que es muy grande.

De hecho, en su día me confundí al comprarlo a la hora de coger medidas y es muy grande pero muy bonito.

¡Así que ni tan mal!

A nosotros, francamente nos gusta la decoración de navidad con colores cálidos y tradicionales como el dorado, rojo y plateado.

Eso sí, he conseguido desterrar el espumillón de nuestra decoración navideña. ¡¡¡Hurra!!!

El gran cambio este año  ha sido que hemos conseguido personalizar la decoración navideña de nuestro árbol de navidad con nuestras  Bolas Personalizadas de Navidad que hacemos en nuestro taller artesano con madera y que pintamos en colores: dorado, plateado o rojo brillo.

Me encantan los adornos de navidad personalizados porque con ellos creamos recuerdos año tras año y ayudamos a toda la familia a sentirse importantes y protagonistas de nuestra familia.

Mis hijos disfrutan cada día de ver sus bolas con nombres en nuestro árbol de navidad.

Por eso hemos creado en el taller las bolas navideñas personalizadas, que en un principio hicimos para nuestra casa pero que viendo que a familiares y amigos les gustaban mucho y nos empezaron a pedir, hemos sacado en la web.

Para que Tus hijos también pueda disfrutar de ser los grandes protagonistas de la fiesta y cada año sacarán sus Bolas de Navidad con nombre propio.

Nuestro plazo de entrega es 1 semana. Así que te invito a darte prisa si quieres tener el árbol de navidad más personalizado con Bolas Navidad Personalizadas

Ver las Bolas Navidad Personalizadas

Y ahora por favor… cuéntame: ¿A qué sabe tu navidad? ¿Cuál es ese recuerdo que te viene a la mente siempre que piensas en las navidades de tu infancia??

Yo soy Ana Monente Mozaz (Ana Cestaland), farmacéutica y madre de familia numerosa de tres hijos que me enseñan e inspiran cada día.

Desde 2005 tras el mostrador de mi farmacia en Paseo Anelier 18 en Pamplona ayudando a cuidar y mejorar la salud de nuestros pacientes.

En 2012 creé con mucha ilusión Cestaland (regalos para bebés y embarazads) y este blog Cestaland de maternidad y salud infantil. ¡Bienvenido!

Este blog busca ser una ventana al mundo para dialogar sobre maternidad, crianza, embarazo, parto, bebés. Intentando aportarte consejos útiles y muchos trucos acumulados estos años para ayudarte en el reto que es la gran aventura de la maternidad.

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6 comentarios

  1. que chulada!! el otro dia visitanto a unos amigos tenian colgadas unas bolas transeparentes con su nombre en un trozo de madera dentro!! tambien estaba muy chulo!!

    1. Pues es buena idea… Lo que más me gusta a mí de nuestras bolas navideñas son que son personalizables con nombres y palabras que para ti sean importantes. Muchas gracias por comentar, un abrazo, Ana

  2. Qué hermosos recuerdos de Navidad!!!Se me llenaron los ojos de lágrimas!!A mi también me encantan las Navidades!! Tienen sabor a familia,a querencias,a recuerdos hermosos,a primos hermanos que vivían en otras ciudades y yo esperaba con ansias su llegada!!!
    También tienen sabor a comida,a dulces hechos por mi abuela y mi madre!!
    Gracias Ana,por compartir tus recuerdos y por traer a mi memoria los míos!
    Feliz Navidad y un 2018 plagado de éxitos.

    1. Gracias a ti Aída por compartir los sabores de tu navidad y tus recuerdos.
      Sí, he tenido mucha suerte de tener navidades muy divertidas y alegres.
      Un abrazo enorme y feliz navidad a ti también, Ana

  3. Qué bonito, casi me haces llorar! A mí también me encanta la Navidad, la NAVIDAD, esa en la que ves todos los días a tus hermanos, sobrinos y primos. Ya no hay Navidades como la del pueblo, pero crearemos nuevos recuerdos que valgan la pena!!

    1. Gracias Maite. No hay nada como las navidades de la infancia… por eso es tan importante respetarlas para nuestros hijos y crear nuevas tradiciones.
      Un abrazo y gracias de nuevo!! Ana

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