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5 reglas básicas para que tus hijos sean amigos y hermanos

amigos además de hermanos

Hoy entro en un post de los que son más personales. Para mí, una de las mayores alegrías de mi vida es ver a mis hijos jugar y disfrutar juntos. Uno de mis mayores deseos en la vida es que mis hijos sean amigos y hermanos a la vez.

 

Como ya mi tercer embarazo va para adelante, estoy haciendo un repaso de las reglas básicas que quiero seguir en la educación de mis hijos (con el consenso de mi marido obviamente), que esto es cosa de dos.

Lo primero tendré que contarte cuál es mi motivación para que una de las cosas que más me preocupan como madre es:

amigos además de hermanos

«¿Cómo conseguir que mis hijos sean amigos y hermanos?»

Yo tengo dos hermanas y un hermano y somos buenos amigos además de hermanos. Confío en ellos. Cuento con ellos. Hablo con ellos. Nos escuchamos. A veces no estamos de acuerdo. A veces hasta discutimos, pero eso no afecta nada a lo mucho que les quiero y a lo importantes que son en mi vida.

Así que entenderás que para mí, que mis hijos sean amigos además de hermanos es muy importante.

Sé que no se puede obligar a nadie a ser amigo de otro pero también sé que hay actitudes en los padres (sobre todo en madres, sorry… es así…) que determinan y configuran las relaciones familiares y entre los hermanos.

Observando y reflexionando sobre nuestra propia educación y el camino que nos trajo a ser amigos además de hermanos en mi casa he descubierto:

 

5 reglas básicas para que tus hijos sean amigos y hermanos:

 

1. No fomentar nunca la competición:

Ni positiva ni negativa.

No fomentes la competición entre tus hijos.

Ellos van a competir por naturaleza, no lo fomentes tú.

Si ellos se ponen a competir, saca la artillería pesada con el argumentario de: «lo importante no es ganar, el participar».

Y si uno gana en una cosa y el otro se siente mal, intenta descubrir con él en qué es mejor y así pueden competir sabiendo que no es peor uno que otro sino que ganan o pierden en determinada actividad.

 

2. No igualar.

No elogies a la vez. No compres cosas a la vez.

Me explico. Por ejemplo: uno de tus hijos pinta un dibujo muy bien y le dices: «Vaya, has pintado muy bien este dibujo». Tu otro hijo está ahí también. Mi consejo: No caigas en la tentación de decir «Tú también». Elogia a cada hijo en el momento en que se lo merece y por el motivo concreto por el que él destaca.

Siempre he tenido la sensación con las madres que dicen el: «Fulanito es muy listo». Hacen una pausa, se dan cuenta de que su otro hijo está ahí y dicen «Menganito también». ¿Por qué? En el fondo, Menganito sabe que su hermano es más listo que él, si le igualas en lugar de destacar otro atributo en el que él seguro es mejor, sabrá que tu comentario era una «comparación velada» y él ha salido perdiendo.

A la larga estás fomenando la envidia y la inseguridad en el «igualado».

 

3. «Lo que pidas para tu hermana, te lo vamigos además de hermanosoy a aplicar a ti también»

 

Esto es algo que se me ocurrió un día y que me funciona super bien.

Cuando uno de mis hijos se queja por su hermano y pide para ella o él que le castigue le digo la frasecita: «Lo que pidas para tu hermana, te lo voy a aplicar a ti también» y mis hijos nunca piden que castigue al otro.

 

Es más, si castigo a uno, el otro viene gritando hacia mí diciéndome «¡¡¡¡¡Mamá, dale la última oportunidad!!!!!».

 

Así que creo que lo que genero es un sentimiento de protección a su hermano y el no desear nunca nada malo para tu hermano. Aunque estés enfadado con él o ella.

 

4. No recibir regalos cuando no es tu cumple.

Sé que hay mucha gente que no está de acuerdo con este punto pero para mí es básico y no transijo.

Pero, ¿Qué quiero enseñarles con que el día del cumple, el niño que no cumple, no recibe ningún regalo?

Lo que les quiero enseñar es a alegrarse por su hermano. A disfrutar por el otro sin tener que recibir ellos nada. A ser generosos y disfrutar de que su hermano sea feliz. A compartir sabiendo que los juguetes nuevos son el cumpleañero y que se los deja.

¿Por qué es para mí importante? Por que yo soy feliz cuando veo a mis hermanos tener éxito. Cuando reciben regalos. Cuando son felices. Cuando les he visto licenciarse. Cuando he participado en fiestas en su honor en las que yo era una mera expectadora. Soy feliz sólo viendo su felicidad y cuantos más regalos y más premios y más éxito tienen, más feliz y más orgullosa estoy. Y quiero eso para mis hijos.

 

5. Dejar y fomentar que se ayuden entre ellos.

Creo que este es el punto definitivo que mi madre aplicó con nosotros y que nos ayudó a ser amigos además de hermanos.

Mi hermana mayor y yo compartimos cumple y nos llevamos un año así que te puedes imaginar que siempre ha estado ahí. Me explicaba matemáticas y sobre todo física. Me ayudaba mucho. Y lo sigue haciendo a día de hoy.

Nuestros hermanos pequeños no pudieron ayudarme en el cole pero muchas veces y hasta hoy, si no sé que hacer en alguna situación, si necesito un consejo, si necesito poder contar con que alguien me va a decir siempre la verdad además mirando únicamente por mi bien, puedo contar con ellos.

 

Y eso sé que es una suerte y un tesoro y yo quiero eso para mis hijos.

Yo soy Ana Monente Mozaz (Ana Cestaland), farmacéutica y madre de familia numerosa de tres hijos que me enseñan e inspiran cada día.

Desde 2005 tras el mostrador de mi farmacia en Paseo Anelier 18 en Pamplona ayudando a cuidar y mejorar la salud de nuestros pacientes.

En 2012 creé con mucha ilusión Cestaland (regalos para bebés y embarazads) y este blog Cestaland de maternidad y salud infantil. ¡Bienvenido!

Este blog busca ser una ventana al mundo para dialogar sobre maternidad, crianza, embarazo, parto, bebés. Intentando aportarte consejos útiles y muchos trucos acumulados estos años para ayudarte en el reto que es la gran aventura de la maternidad.

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6 comentarios

  1. Que bonito post, tan importante tan importante!!! Los hermanos los unicos amigos para siempre, pase lo que pase y sobre todas las cosas. Añadiría una cosa mas: JUNTOS JUNTOS Y SIEMPRE JUNTOS. Dejar que jueguen, hablen, lean libros, discutan, compartan amigos, se ayuden y compartan todo. Que hereden ropas bicis de unos a otros.
    Adoro a mis hermanos y lo que más deseo en el mundo es que sean felices.
    Sé que serán siempre mis amigos, y también sé con certeza que siempre me tendrán.
    Seguro que no hay trucos mágicos para conseguir que sean amigos, pero en vernos a sus padres querer a nuestros hermanos, creo que será lo que más les enseñe a amarse.

    1. Hola Lola, gracias por tu comentario!
      Sí, no creo que haya trucos mágicos y desde luego el ejemplo será básico. Tendremos que confiar en estar haciéndolo bien y en que nuestros hijos aprendan de nuestros aciertos más que de nuestros errores.
      Gracias y un abrazo, Ana

  2. Hola!
    Me parece muy interesante este post. Leyendo me da un poco de pena, porque veo que en mi caso tengo 2 hermanos (una hermana con la que me llevo 3 años y un hermano con el que me llevo 9 años) y sí que tengo buena relación con ellos, sobre todo con mi hermano, con el que actualmente comparto piso, pero creo que no son amigos. Es decir, claro que los necesito y que les cuento cosas, etc. pero no siempre son la preferencia para contarles cuando me pasa algo. Esto me pasa sobre todo con mi hermana, creo que hay una mezcla de envidia y competencia entre las dos que ha hecho que no nos llevemos muy bien… es algo que siempre me he cuestionado el por que, no se, todo va a epocas, algunas mejor que otras. 😉

    1. Hola Laia, Gracias por tu comentario!!
      Qué penica que no te entiendas mucho con tu hermana… a veces se establecen unas relaciones difíciles de sanar… pero con el tiempo y voluntad (tendrá que ser por ambas partes, creo yo) puede lograrse una buena relación…
      Suerte que tienes un hermano con quien te llevas muy bien! Y suerte que para hacerse amigos siempre hay tiempo! Un abrazo y gracias, Ana

  3. Muy bonito post Ana! Me parece muy positivo que los hermanos sean además amigos, pero creo que ahi también influye un factor, y es la edad. Yo, por ejemplo, me llevo cinco años con mi hermano, y hasta que él no tuvo 18-20 años no encontramos un equilibrio de cómo llevarnos bien al estar en una etapa vital «similar».

    1. Hola Adri, muchas gracias por tu comentario! Sí, se me había pasado el factor «edad». Quizá me he dejado llevar demasiado por mi propia experiencia, en la que tanto mis hermanos como mis hijos somos todos bastante seguidos. Eso sí, a mi hermana peque le llevo 6 años y obviamente durante muchos años fue la pequeña y nosotras las mayores pero creo que aunque no compartíamos etapa de vida, siempre hemos compartido las penas y alegrías y eso une mucho…
      Gracias y un abrazo, Ana

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